Letra del la canción del hormiguero















Vete a dormir, ya no des más el tostón y a pegar mocos en el colchón. Estás muy cansado, tienes los ojos rojos, tienen sueño hasta tus piojos.
Vete a dormir, ya no pintas nada aquí y no te olvides de hacer pipí. Pipí
Vete a dormir, vete a dormir que tus padres quieren vivir.
Creo que no me voy a ir, que estoy muy a gustito viendo la tele aquí.
Tu te vas ahora mismo a acostar que el cerebro se te va a quemar.
Vete a dormir, ya no pintas nada aquí y no te olvides de hacer pipí. Pipí.
Vete a dormir, vete a dormir que tus padres quieren vivir.

lunes, 18 de mayo de 2009

TEMA 16.- LA LENGUA DE SIGNOS ESPAÑOLA III

2 comentarios:

  1. 16. La lengua de signos española III.
    Mª Mar Galindo Merino
    Características sintácticas y narrativas
    Reglas gramaticales de las LS
    Las LS, como lenguas naturales, poseen mecanismos morfosintácticos que conforman su propia gramática.
    El movimiento, los componentes no manuales y la disponibilidad de expresarse espacial y simultáneamente en lugar de temporalmente, proporcionan un conjunto de mecanismos morfosintácticos muy diferentes de los que emplean las LO.
    Las reglas gramaticales se basan principalmente en dos principios: espacio y movimiento.
    Por ello, hemos de prestar atención a:
    Los usos del espacio
    La modificación del movimiento con el que normalmente se produce el símbolo
    La producción de movimientos no manuales
    Signos específicos que se usan o no según ciertas condiciones determinadas por el carácter visual del propio símbolo.
    Otro rasgo característico es que, al igual que en determinadas LO, las LS permiten cierta arbitrariedad en la construcción sintáctica de la oración.
    Como vemos, la modalidad espacial propia de las LS desarrolla unos mecanismos sintácticos determinados: una lengua que es espacial utiliza el espacio como principio para desarrollar sus reglas sintácticas.
    El orden de la frase
    Aunque hay relativa libertad para determinado tipo de oraciones, existen ciertas reglas en el orden de los signos en la frase cuando se trata, p. ej., de oraciones interrogativas, que emplean partículas interrogativas (qué, dónde, cuándo...). Si la pregunta es suficientemente larga, la partícula interrogativa suele ocupar el último lugar de la frase.
    En algunos casos la partícula interrogativa puede hacerse dos veces: una al comienzo de la frase y otra vez al final, por intereses comunicativos:
    Ej.: ¿Cómo voy, cómo?
    El orden de la frase
    Asimismo la partícula negativa suele ocupar un lugar determinado en la frase. En la LSE la negación no se signa delante del verbo tal y como ocurre en castellano, sino que la partícula «no» se coloca detrás del verbo.
    Ej.: “a esa niña no la conozco”
    Expresión facial
    Las expresiones faciales también tienen una función lingüística en la LSE.
    No solo son relevantes a nivel fonológico, sino que pueden jugar un papel fundamental a nivel morfosintáctico.
    Expresiones faciales y corporales específicas pueden servir para indicar construcciones sintácticas, como preguntas, exclamaciones, frases condicionales, o actuar como cuantificadores, adverbios temporales, etc.
    Si la entonación es el componente básico que los oyentes tienen para entender de qué oración se trata (preguntas, una exclamación, una declaración...), en las LS, estas oraciones se diferencian en gran medida por la expresión facial.
    La interrogación
    Distinguimos oraciones interrogativas y declarativas por la expresión facial. En la frase interrogativa la persona eleva las cejas, cosa que no ocurre en la frase declarativa. Es decir, es necesario poner cara de pregunta.
    Además de la expresión facial de la frase interrogativa, existe otro detalle que es imposible detectar en un simple dibujo: la duración de la frase.
    La duración de la frase interrogativa es mayor que la declarativa. Las persona que hace la pregunta mantiene durante unos segundos más el signo en suspenso, en espera de la respuesta.
    La exclamación
    Si queremos realizar una frase exclamativa, la única diferencia con la frase declarativa o enunciativa, nuevamente, serán la expresión facial y corporal las que caracterizan la frase exclamativa.
    Para diferenciar el tipo de oración la expresión facial es uno de los aspectos claves a los que hay que atender. De no hacerlo así, el discurso se convertirá en monótono y confuso.
    Conjunciones
    El signo conectivo Y se articula del mismo modo que la correspondiente letra del alfabeto dactilológico.
    El signo conectivo O también es de origen dactilológico.
    Para diferenciarlo de la expresión correspondiente al número cero, en un contexto donde el conectivo aparece situado entre números, como 400 ó 500, se realiza con movimiento circular de la mano.
    El tiempo
    El tiempo en la LSE puede indicarse a través de distintos mecanismos, como el uso de adverbios no manuales. Las expresiones faciales y otras conductas no manuales (movimientos del cuerpo), más el uso del espacio y el movimiento, localizan una acción en el tiempo.
    P. ej., para el concepto de una acción realizada recientemente se emplean los signos de «ayer/hace poco», pero cuando lo que queremos expresar se ha realizado muy recientemente, entonces cambia la expresión facial y el hombro se eleva hacia delante.
    Tiempo y orden cronológico
    En relación con esto, podemos decir que los signos se ordenan tal como se van presentando los acontecimientos, esto es, siguiendo un orden cronológico.
    Ej.: Cuando la comida está terminada, el gato se lava. (COMER-YA-FIN-GATO-LAVARSE)
    Expresión del número
    Los verbos en LSE se flexionan de distintas maneras para indicar el número. Para diferenciar el sujeto o el objeto del verbo, y si están en singular o en plural, el verbo ha de modificar su movimiento y orientación.
    La forma singular del verbo tiene un movimiento hacia un único lugar en el espacio, hacia dos lugares si se trata de dos personas, y si la flexión es múltiple, el verbo tiene un movimiento a lo largo de un arco horizontal de 180 grados.
    P. ej. en la frase el profesor avisa a los niños el nombre niños se signa en singular, pero la forma flexiva que adopta el verbo indica la pluralidad del objeto.
    La condición
    La expresión de la condición en LS se relaciona con la experiencia, mediante el signo EJEMPLO.
    Para expresar frases condicionales, es necesario al inicio de la frase realizar el signo «si» condicional, elevar las cejas y abrir más los ojos:
    Ej.: Si hace bueno, iré a pasear.
    La causa
    La causalidad expresa un transcurso de acciones en el que el primero se relaciona causalmente con el segundo, y pueden ordenarse linealmente en el tiempo como causa y consecuencia.
    En el LS, la causa puede expresarse de dos maneras:
    Expresando primero la causa y luego la consecuencia, siguiendo la línea del tiempo. Es la forma de expresión más utilizada, más genuina del LS.
    Hay dos signos para marcar la causa. Uno de ellos es glosado como PORQUE, POR; CULPA, según el contexto.
    Otra expresión para señalar causalidad, que, a veces, alterna con la anterior, es la traducida como CAUSA-MOTIVO.
    Se utiliza, preferentemente, ante secuencias explicativas de cierta extensión y aporta un matiz de énfasis, por ello aparece en posición inicial de secuencias de signos cuyo contenido se desea poner de relieve.
    Es más propio del LS expresar: porque llueve hace frío que manifestar primero la consecuencia y, a continuación la causa: hace frío porque llueve.
    El significado causal puede ir implícito en el orden lineal de los signos que expresan causa y efecto, sin marca expresa:
    LLOVER-YO-IR-NO-CINE (Como llueve no voy al cine)
    Se explica así la incapacidad de comprensión que muestran algunos sordos cuando leen determinadas estructuras del español donde el efecto aparece antes de la causa. Difícilmente entenderían frases como: no puedo trabajar cuando suena el teléfono, y, en cambio, sí comprenderían su significado si leyeran: cuando suena el teléfono no puedo trabajar.
    Ejemplo de uso de la causa
    Los libros de texto que se utilizan en la enseñanza de niños sordos son los mismos que para oyentes. En relación con la incapacidad del sordo para comprender determinadas construcciones del texto leído pueden mencionarse numerosos ejemplos; nosotros lo hemos comprobado con el siguiente fragmento de un libro de geografía: la vegetación depende de dos factores: suelo y clima.
    Los niños sordos no entendían el significado, aunque algunos pudieran llegar a repetir el texto de memoria. La comprensión fue inmediata cuando se les explicó en el lenguaje de signos de las dos maneras siguientes:
    A1: CAUSA-LLUVIA-Y-SOL-TIERRA-BIEN-PLANTAS-BIEN-(pausa)-CAUSA-LLOVER-NO-TIERRA-SECA-PLANTAS-MAL.
    A2: TIEMPO (atmosférico)-Y-TIERRA-MUY-IMPORTANTES-PARA PLANTAS-BIEN-O-MAL.
    La consecuencia
    Relacionada lógicamente con la causa, la relación de consecuencia no se marca con signos específicos, sino se deduce por la ordenación lineal de los componentes causa-efecto.
    Por otro lado, las proposiciones consecutivas con expresión de intensidad de la acción o cualidad principal, como estoy tan cansado que voy a dejarlo todo, en la LS se manifiestan sin referencias manuales específicas de la consecuencia, aunque sí se acompañan de expresividad facial: YO-MUY-CANSADO-DEJO-TODO.
    Sin embargo, a veces aparece al principio de enunciados consecutivos un signo que por su realización puede considerarse variante del signo descrito como equivalente a CAUSA.
    Difiere de éste en el kinema, que consiste en un movimiento repetido hacia adelante.
    Tiene el significado léxico de toda una expresión de causa con referencia anafórica, se traduce como equivalente a la expresión POR ESO.
    El contraste
    Hay tres expresiones gestuales para manifestar las relaciones inesperadas o contrastivas entre hechos: PERO, SIN EMBARGO, EN CAMBIO.
    Las tres se emplean para marcar tanto la negación de la consecuencia esperada, expresada en español mediante las proposiciones adversativas, como la negación de la causa que debía ser normal, reflejada en español por las proposiciones concesivas.
    Contraste y comparación
    El signo más gramaticalizado y más empleado es el equivalente a PERO.
    La expresión gestual equivalente a SIN EMBARGO lleva consigo manifestación de contrariedad, reflejada en la cara.
    El signo equivalente a EN CAMBIO, significa también CAMBIO, CAMBIAR, TRANSFORMAR.
    Para expresar la relación de comparación en términos de igualdad se emplea el signo IGUAL.
    La finalidad
    En la relación lógica de finalidad se expresa también una causa que, en este caso, es real, y una consecuencia deseada o hipotética.
    La expresión de la finalidad no es muy frecuente en las emisiones espontáneas de LS.
    Hay dos expresiones gestuales muy gramaticalizadas para marcar explícitamente la finalidad, que son equivalentes a los conectivos PARA o PARA QUE.
    La relación bimanual simétrica, situada a la izquierda, por la tendencia a la simplificación se articula frecuentemente con una sola mano, coincidiendo con el signo QUE.
    Conclusión
    Los componentes no manuales más el movimiento que adoptan los signos y el uso del espacio constituyen el núcleo de los rasgos morfosintácticos básicos en la LSE, aportando un enorme caudal de información al signo inicial.
    La condensación de estos mecanismos en un signo y el hecho de que todas sus modificaciones sean espaciales, son la razón de que la LS resulte completamente distinta de cualquier LO, y también, en parte, la causa de que no se la considerase un lenguaje.
    Es precisamente por su gramática y su sintaxis espaciales únicas por lo que la LS es un verdadero lenguaje, aunque sea una lengua completamente original.
    Mª Ángeles Rodríguez González: Lenguaje de signos. Barcelona, CNSE, 1992.
    Bibliografía accesible en
    http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01473952099104051054480/index.htm
    Enlaces
    http://personal2.redestb.es/martingv/ls/f_orden.htm

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  2. 16. La lengua de signos española III.
    Mª Mar Galindo Merino
    Características sintácticas y narrativas
    Reglas gramaticales de las LS
    Las LS, como lenguas naturales, poseen mecanismos morfosintácticos que conforman su propia gramática.
    El movimiento, los componentes no manuales y la disponibilidad de expresarse espacial y simultáneamente en lugar de temporalmente, proporcionan un conjunto de mecanismos morfosintácticos muy diferentes de los que emplean las LO.
    Las reglas gramaticales se basan principalmente en dos principios: espacio y movimiento.
    Por ello, hemos de prestar atención a:
    Los usos del espacio
    La modificación del movimiento con el que normalmente se produce el símbolo
    La producción de movimientos no manuales
    Signos específicos que se usan o no según ciertas condiciones determinadas por el carácter visual del propio símbolo.
    Otro rasgo característico es que, al igual que en determinadas LO, las LS permiten cierta arbitrariedad en la construcción sintáctica de la oración.
    Como vemos, la modalidad espacial propia de las LS desarrolla unos mecanismos sintácticos determinados: una lengua que es espacial utiliza el espacio como principio para desarrollar sus reglas sintácticas.
    El orden de la frase
    Aunque hay relativa libertad para determinado tipo de oraciones, existen ciertas reglas en el orden de los signos en la frase cuando se trata, p. ej., de oraciones interrogativas, que emplean partículas interrogativas (qué, dónde, cuándo...). Si la pregunta es suficientemente larga, la partícula interrogativa suele ocupar el último lugar de la frase.
    En algunos casos la partícula interrogativa puede hacerse dos veces: una al comienzo de la frase y otra vez al final, por intereses comunicativos:
    Ej.: ¿Cómo voy, cómo?
    El orden de la frase
    Asimismo la partícula negativa suele ocupar un lugar determinado en la frase. En la LSE la negación no se signa delante del verbo tal y como ocurre en castellano, sino que la partícula «no» se coloca detrás del verbo.
    Ej.: “a esa niña no la conozco”
    Expresión facial
    Las expresiones faciales también tienen una función lingüística en la LSE.
    No solo son relevantes a nivel fonológico, sino que pueden jugar un papel fundamental a nivel morfosintáctico.
    Expresiones faciales y corporales específicas pueden servir para indicar construcciones sintácticas, como preguntas, exclamaciones, frases condicionales, o actuar como cuantificadores, adverbios temporales, etc.
    Si la entonación es el componente básico que los oyentes tienen para entender de qué oración se trata (preguntas, una exclamación, una declaración...), en las LS, estas oraciones se diferencian en gran medida por la expresión facial.
    La interrogación
    Distinguimos oraciones interrogativas y declarativas por la expresión facial. En la frase interrogativa la persona eleva las cejas, cosa que no ocurre en la frase declarativa. Es decir, es necesario poner cara de pregunta.
    Además de la expresión facial de la frase interrogativa, existe otro detalle que es imposible detectar en un simple dibujo: la duración de la frase.
    La duración de la frase interrogativa es mayor que la declarativa. Las persona que hace la pregunta mantiene durante unos segundos más el signo en suspenso, en espera de la respuesta.
    La exclamación
    Si queremos realizar una frase exclamativa, la única diferencia con la frase declarativa o enunciativa, nuevamente, serán la expresión facial y corporal las que caracterizan la frase exclamativa.
    Para diferenciar el tipo de oración la expresión facial es uno de los aspectos claves a los que hay que atender. De no hacerlo así, el discurso se convertirá en monótono y confuso.
    Conjunciones
    El signo conectivo Y se articula del mismo modo que la correspondiente letra del alfabeto dactilológico.
    El signo conectivo O también es de origen dactilológico.
    Para diferenciarlo de la expresión correspondiente al número cero, en un contexto donde el conectivo aparece situado entre números, como 400 ó 500, se realiza con movimiento circular de la mano.
    El tiempo
    El tiempo en la LSE puede indicarse a través de distintos mecanismos, como el uso de adverbios no manuales. Las expresiones faciales y otras conductas no manuales (movimientos del cuerpo), más el uso del espacio y el movimiento, localizan una acción en el tiempo.
    P. ej., para el concepto de una acción realizada recientemente se emplean los signos de «ayer/hace poco», pero cuando lo que queremos expresar se ha realizado muy recientemente, entonces cambia la expresión facial y el hombro se eleva hacia delante.
    Tiempo y orden cronológico
    En relación con esto, podemos decir que los signos se ordenan tal como se van presentando los acontecimientos, esto es, siguiendo un orden cronológico.
    Ej.: Cuando la comida está terminada, el gato se lava. (COMER-YA-FIN-GATO-LAVARSE)
    Expresión del número
    Los verbos en LSE se flexionan de distintas maneras para indicar el número. Para diferenciar el sujeto o el objeto del verbo, y si están en singular o en plural, el verbo ha de modificar su movimiento y orientación.
    La forma singular del verbo tiene un movimiento hacia un único lugar en el espacio, hacia dos lugares si se trata de dos personas, y si la flexión es múltiple, el verbo tiene un movimiento a lo largo de un arco horizontal de 180 grados.
    P. ej. en la frase el profesor avisa a los niños el nombre niños se signa en singular, pero la forma flexiva que adopta el verbo indica la pluralidad del objeto.
    La condición
    La expresión de la condición en LS se relaciona con la experiencia, mediante el signo EJEMPLO.
    Para expresar frases condicionales, es necesario al inicio de la frase realizar el signo «si» condicional, elevar las cejas y abrir más los ojos:
    Ej.: Si hace bueno, iré a pasear.
    La causa
    La causalidad expresa un transcurso de acciones en el que el primero se relaciona causalmente con el segundo, y pueden ordenarse linealmente en el tiempo como causa y consecuencia.
    En el LS, la causa puede expresarse de dos maneras:
    Expresando primero la causa y luego la consecuencia, siguiendo la línea del tiempo. Es la forma de expresión más utilizada, más genuina del LS.
    Hay dos signos para marcar la causa. Uno de ellos es glosado como PORQUE, POR; CULPA, según el contexto.
    Otra expresión para señalar causalidad, que, a veces, alterna con la anterior, es la traducida como CAUSA-MOTIVO.
    Se utiliza, preferentemente, ante secuencias explicativas de cierta extensión y aporta un matiz de énfasis, por ello aparece en posición inicial de secuencias de signos cuyo contenido se desea poner de relieve.
    Es más propio del LS expresar: porque llueve hace frío que manifestar primero la consecuencia y, a continuación la causa: hace frío porque llueve.
    El significado causal puede ir implícito en el orden lineal de los signos que expresan causa y efecto, sin marca expresa:
    LLOVER-YO-IR-NO-CINE (Como llueve no voy al cine)
    Se explica así la incapacidad de comprensión que muestran algunos sordos cuando leen determinadas estructuras del español donde el efecto aparece antes de la causa. Difícilmente entenderían frases como: no puedo trabajar cuando suena el teléfono, y, en cambio, sí comprenderían su significado si leyeran: cuando suena el teléfono no puedo trabajar.
    Ejemplo de uso de la causa
    Los libros de texto que se utilizan en la enseñanza de niños sordos son los mismos que para oyentes. En relación con la incapacidad del sordo para comprender determinadas construcciones del texto leído pueden mencionarse numerosos ejemplos; nosotros lo hemos comprobado con el siguiente fragmento de un libro de geografía: la vegetación depende de dos factores: suelo y clima.
    Los niños sordos no entendían el significado, aunque algunos pudieran llegar a repetir el texto de memoria. La comprensión fue inmediata cuando se les explicó en el lenguaje de signos de las dos maneras siguientes:
    A1: CAUSA-LLUVIA-Y-SOL-TIERRA-BIEN-PLANTAS-BIEN-(pausa)-CAUSA-LLOVER-NO-TIERRA-SECA-PLANTAS-MAL.
    A2: TIEMPO (atmosférico)-Y-TIERRA-MUY-IMPORTANTES-PARA PLANTAS-BIEN-O-MAL.
    La consecuencia
    Relacionada lógicamente con la causa, la relación de consecuencia no se marca con signos específicos, sino se deduce por la ordenación lineal de los componentes causa-efecto.
    Por otro lado, las proposiciones consecutivas con expresión de intensidad de la acción o cualidad principal, como estoy tan cansado que voy a dejarlo todo, en la LS se manifiestan sin referencias manuales específicas de la consecuencia, aunque sí se acompañan de expresividad facial: YO-MUY-CANSADO-DEJO-TODO.
    Sin embargo, a veces aparece al principio de enunciados consecutivos un signo que por su realización puede considerarse variante del signo descrito como equivalente a CAUSA.
    Difiere de éste en el kinema, que consiste en un movimiento repetido hacia adelante.
    Tiene el significado léxico de toda una expresión de causa con referencia anafórica, se traduce como equivalente a la expresión POR ESO.
    El contraste
    Hay tres expresiones gestuales para manifestar las relaciones inesperadas o contrastivas entre hechos: PERO, SIN EMBARGO, EN CAMBIO.
    Las tres se emplean para marcar tanto la negación de la consecuencia esperada, expresada en español mediante las proposiciones adversativas, como la negación de la causa que debía ser normal, reflejada en español por las proposiciones concesivas.
    Contraste y comparación
    El signo más gramaticalizado y más empleado es el equivalente a PERO.
    La expresión gestual equivalente a SIN EMBARGO lleva consigo manifestación de contrariedad, reflejada en la cara.
    El signo equivalente a EN CAMBIO, significa también CAMBIO, CAMBIAR, TRANSFORMAR.
    Para expresar la relación de comparación en términos de igualdad se emplea el signo IGUAL.
    La finalidad
    En la relación lógica de finalidad se expresa también una causa que, en este caso, es real, y una consecuencia deseada o hipotética.
    La expresión de la finalidad no es muy frecuente en las emisiones espontáneas de LS.
    Hay dos expresiones gestuales muy gramaticalizadas para marcar explícitamente la finalidad, que son equivalentes a los conectivos PARA o PARA QUE.
    La relación bimanual simétrica, situada a la izquierda, por la tendencia a la simplificación se articula frecuentemente con una sola mano, coincidiendo con el signo QUE.
    Conclusión
    Los componentes no manuales más el movimiento que adoptan los signos y el uso del espacio constituyen el núcleo de los rasgos morfosintácticos básicos en la LSE, aportando un enorme caudal de información al signo inicial.
    La condensación de estos mecanismos en un signo y el hecho de que todas sus modificaciones sean espaciales, son la razón de que la LS resulte completamente distinta de cualquier LO, y también, en parte, la causa de que no se la considerase un lenguaje.
    Es precisamente por su gramática y su sintaxis espaciales únicas por lo que la LS es un verdadero lenguaje, aunque sea una lengua completamente original.
    Mª Ángeles Rodríguez González: Lenguaje de signos. Barcelona, CNSE, 1992.
    Bibliografía accesible en
    http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01473952099104051054480/index.htm
    Enlaces
    http://personal2.redestb.es/martingv/ls/f_orden.htm

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